DE OFICIO TRADICIONAL … A COMPETICIÓN DEPORTIVA
Hay actividades humanas asociadas al trabajo productivo que requieren además de un apreciable esfuerzo físico una meritoria destreza o habilidad para alcanzar altos rendimientos. Son numerosas las prácticas laborales que han pasado de la mina, la mar, la cantera, el caserío, el bosque y el campo, a la competición deportiva. Una competición generalmente incentivada económicamente con premios establecidos o promovidas por desafíos y apuestas cruzadas.
En Euskal Herria están muy arraigadas estas apuestas y desafíos; en las regatas de traineras, aiskolariak, harrizulatzaileak (barrenadores), harrijazotzaileak (levantadores de piedra), arrastre de piedra (por bueyes, vacas, caballos, personas), txingas, levantamiento de fardos, segalariak, etc.
El segalari Angel Llaguno, de Artzentales, comparte con nosotros recuerdos de su participación en las competiciones de segalaris, remontándose a los años de 1956 al 1960, años de la Dictadura Militar, organizadas como no podía ser de otra forma por el ministerio de Educación y Descanso y la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. (Juntas Ofensivas Nacionales Sindicalistas).
La destreza como segalaris de Angel Llaguno y José Ignacio Goikolea, apodado “el Rubio de la Toba”, era sobradamente conocida en Enkarterri y aledaños. Tanto es así que el alcalde y veterinario Jorge Rueda les propuso el reto, que aceptaron, de participar en las competiciones de segalaris.
Corría el año 1958 y después de ganar las pruebas previas, campeonato de Zona, y de Bizkaia, el alcalde los llevó a la Diputación, donde les hicieron un homenaje y les regalaron un auténtico reloj de pulsera, después de una buena comida, acompañados de su entrenador Pedro Palacio.
Lo más importante era saber “picar” bien el dallo, y no nos cabe duda que lo hacían con primor.
El Campeonato de España se celebró en Luarca (Asturias), consiguiendo el Primer Premio. Después más homenajes tanto por las autoridades civiles, militares y eclesiásticas. También hay que señalar que las 1.000 ptas. (pesetas) que les entregaron a cada uno. Por supuesto que esa cantidad les vino muy bien, teniendo en cuenta que el salario mensual para un trabajador no cualificado en el año 1958 era de 240 pesetas, lo que equivalía el premio al salario de cuatro meses.
Angel Llaguno insiste: El arte de “picar” bien el dallo es fundamental para un segalari, y no es tan sencillo como parece.
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Trofeos conseguidos:
1956.– (Asturias). 2º premio: José Antonio Aldama y Pedro Mari Etxebarria
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1957.- .Bizkaia. 1º Premio. Pedro Mari Santisteban y Ángel Llaguno.
……….España, 3º Premio: Pedro Mari Santisteban y Ángel Llaguno.
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1958.- España (Luarca). 1º Premio: José Ignacio Goikolea y Ángel Llaguno.
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1959.- .Bizkaia; 1º Premio: Germán Ahedo y Ángel Llaguno.
……….España; 2º Premio: Germán Ahedo y Ángel Llaguno.
1960.- Bizkaia; 1º Premio: Germán Ahedo y Satur Pikasarri.
……….España; No se celebró.
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Sólo han pasado 54 años y afortunadamente ahí los tenemos, para el presente y para el recuerdo.
En el capítulo de agradecimientos, uno muy especial a la esposa de José Ignacio Goikolea, Marina Zorrilla por su apoyo, y como no, su sonrisa.
Y vayan por delante las disculpas a los no nombrados y no por ello olvidados.
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ENTREVISTA CON JOSÉ IGNACIO GOIKOLEA
CAMPEÓN DE ESPAÑA 1958
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TEXTO Y FOTOS .- Revista Alen nº 11 (enero 2013)
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