Como colofón de los actos de la Semana Santa de Balmaseda, tras las procesiones de los Pasos y el Vía Crucis Viviente, en la tarde-noche del Jueves Santo y la mañana y tarde del Viernes Santo, se celebra la Procesión del Silencio al anochecer del Viernes Santo.
Es una procesión emotiva, en la que participan un buen número de balmasedanos, acompañando al Cristo crucificado y La Dolorosa hasta la entrada del cementerio de Balmaseda. Estos pasos van escoltados desde la iglesia de San Severino hasta el campo santo, por la guardia romana (los fariseos), junto a los numerosos fieles, atravesando la plaza del Marqués por la calle Martín Mendía para atravesar el puente del Millonario, continuando por el barrio de Las Tenerías, por la travesía Valbuena hasta llegar al cementerio de la localidad, donde la figura del Cristo crucificado reposará hasta la siguiente Semana Santa. El paso de La Dolorosa emprende entonces el camino de regreso, acompañado por los fieles, hasta la iglesia de San Severino.